En las situaciones de la vida aparentemente adversas, el enemigo atacará para confundir y hacer dudar de la existencia misma de Dios, con el peligro de hacernos caer en la tentación de buscar falsas soluciones.
En la creación encontramos elementos para deducir la existencia de Dios por medio de la razón, y las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad, nos confirman no sólo su existencia, sino también sus infinitas perfecciones.