En este tema veremos en qué consiste la herencia espiritual, cómo el que es malvado, ya nace malvado por esa herencia recibida, pero también encontraremos un mensaje lleno de esperanza y reflexión.
Toda herencia de maldición se corta llevando una vida observante, por terrible que sea nuestro pecado, mayor que nuestro pecado es la sangre redentora de Cristo. Y la escritura nos dice, “A un corazón contrito tú no lo desprecias”