Para bien o para mal, lo que hagamos tiene consecuencias no sólo para nuestra vida, sino para la de nuestros descendientes.
4 pecados que claman al cielo y que dejan herencia de maldición hasta cuarta generación: derramamiento de sangre, la opresión del pobre del huérfano y de la viuda, el sexo aberrante e incontinente (homosexualidad, lesbianismo, prostitución e incontinencia) y el ocultismo.
Infórmate para que vivas fuera de estos problemas.
