Ya desde el Antiguo testamento, Dios nos explica claramente por qué se opone a que marquemos nuestro cuerpo. Como escucharemos en este audio, algunos tatuajes incluso generan opresiones del demonio. En el Nuevo Testamento, San Pablo nos dice que el tatuaje que vale, es el tatuaje del corazón, de la fidelidad y de la alianza con Nuestro Señor.