Pensar en la muerte del cónyuge es un acto de amor y de responsabilidad, ayudándose mutuamente, para que, en el momento de nuestra comparecencia ante el Señor, lleguemos limpios y gozosos. Por otro lado, es una responsabilidad hacerse cargo de las deudas, testamento, gastos y demás asuntos que puedan quedar pendientes después de fallecer y no dejar en problemas al cónyuge ni a los hijos.
El Matrimonio
El Matrimonio – 09. LOS CÓNYUGES POR AMOR, DEBEN PENSAR EN LA MUERTE DE ALGUNO DE ELLOS O DE AMBOS
$USD 8.00